miércoles, 10 de febrero de 2010
54. PAISAJES DEL NOROESTE.
Cuando paseo a mis amigos, ya sean insulares o ibéricos, por los paisajes de Gran Canaria, su sorpresa se da siempre a vuelta de carretera, cuando asomas a un cauce nuevo y emerge a nuestra vista un panorama escondido: la cuenca de Tirajana, el fantástico valle de La Aldea...Gran Canaria tiene esa peculiaridad. Sus mejores paisajes se esconden entre las montañas, detrás de una vuelta. A Tenerife la recoges de un golpe de vista, asomas a Tacoronte y la panorámica te lleva hasta Buenavista. El Teide se impone y ese es su paisaje más valioso. A Fuerteventura la oteas desde Morro Velosa y llegas hasta Tindaya.
Pero a Gran Canaria no.
Con su edad geológica de más de 15 millones de años, la erosión y la sedimentación obligan a buscarla y rebuscarla. Por eso, vale la pena recorrerla al paso tranquilo de las carreteras viejas, con sus recovecos y vericuetos, que las amoldaron a la topografía y las hicieron una parte de ella. Por eso, seguiré yendo a La Aldea desde Agaete por la vieja carretera. Porque con ella podré disfrutar de un mar lleno de gaviotas piando sobre el Dedo de Dios; ver el pinar de Tamadaba sobre mi cabeza e imaginar a las hadas del alisio correteando entre los andenes de Faneque ; escudriñar, arriesgando la vida, los paredones llenos de flora endémica de Andén Verde, deteniendo mi vista en la belleza de un Lotus único y exclusivo o en la tímida y sencilla tedera, única en Canarias y que crece batida por los alisios en esta parte de la isla. Podré ver venir el fresco viento húmedo sobre el océano, formarse y deformarse en forma de ribetes de nubes, reflejarse sobre un mar rizado simétrico, extenso, azul-oscuro o brillante bajo los rayos del sol, y condensarse al chocar con esa enorme cola de dragón que son los picos y montañas que conforman el arco noroeste de la isla. Allí el viento se vuelve a hacer nubes y se condensa y desaparece sobre el flanco sur de la cuenca aldeana, dejando sentir la impresionante y mutante fuerza de la Naturaleza.
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...Me acuerdo perfectamente de este día camino de Andén Verde....una de las películas más bonitas que he visto...película de las nubes cambiando de forma, entrando desde el mar, arropando las crestas de las montañas, cubriéndolas y ...luego dejándolas otra vez... humedecidas....
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