16. DRAGOS-ESCOBA.

Durante muchos años fueron para todos nosotros los “dragos- escoba” de Gran Canaria, famélicos por lo duro de su nicho ecológico, sin suelo útil, colgados de los riscos, condenados a no progresar y alcanzar el porte de sus hermanos los dragos de los llanos, los hermosos, los gigantes dragones de nuestras leyendas guanches.
Me los describió así uno de los niños que hacían la ruta de los Andenes en el Aula de Naturaleza de Inagua.
Siempre les hacíamos mirar hacia arriba, para que buscasen en el anden aquel drago, pequeñajo y famélico, que cuelga en los andenes de la Montana de Los Hornos, en la cara que desborda sobre Tazarte.
Este muchachote, simpático y desparpajado, como otros muchos de los que subían al Aula, lo localizó con los prismáticos y exclamó:
“Sha, profe,.. y tanto rollo para ver una escoba al revés..!!!”
Esos eran nuestros dragos canariones hasta hace pocos años..
Ahora la casualidad de los descubrimientos hace que sean una nueva especie, que hayan salido de su status de monotonía ecológica al de rango de nuevo taxón botánico descubierto.
Ahora ya tienen rango de Don, son los dragos de Gran Canaria, únicos en el mundo, emparentados con los supervivientes del otro extremo de África en la recóndita isla de Socotra....
Pegados a los riscos y cantiles de esta isla vieja y añeja, tratan de escapar a los desprendimientos que los cuartean y parten, cobijándose bajo los solapones de Vicentillos, de Cortadores o de la Mesa del Junquillo...