domingo, 7 de febrero de 2010

47. PARQUE NACIONAL DEL TEIDE: PAZ ECOLÓGICA.



Puedes sentirla ya en pocos sitios de este archipiélago, donde estrujan los recursos hasta la médula, donde se le roba el agua a los saos, se arranca el último grano de arena a las canteras, donde la pica y el ruido del desarrollo todo lo contaminan..
Allá arriba, cerca del cielo, la armonía del conjunto te hace sentir en paz con la Naturaleza. Cuatro letreros escuetos y directos te cuentan lo que te rodea: Montaña Mostaza, 2100 m, cono de escorias basálticas, Montaña Rajada....
Disfrutas igual de una línea de cielo que de una obsidiana brillante, del vuelo de una pequeña mariposa azul que busca la humedad que del contraluz de un tajinaste rojo florecido.
Llega el momento de encontrar tu interior en el exterior, tus sentimientos de ser humano se vinculan con este entorno sereno, equilibrado, en proceso libre, en paz con lo natural..
No hay sensación de guerra, los titanes de la conservación han conseguido meter entre rejas a los malvados desarrollistas.
Hasta te resultan amables los tres o cuatro puntos donde el desarrollo está sostenido, quieto, parado: un área de servicios, un telesférico, un restaurante, son lugares amables también, que te nutren y te avituallan, te transportan y te trasladan a otro lugar igual de bello, pero no son amenazadores, no son avanzadillas peligrosas, son sencillamente sirvientes para la conservación.
Para un estudioso de la ecología, sana la mente y el cuerpo llegar a un territorio amigo.
Han sido más de 60 años los que han transcurrido desde la declaración del Parque Nacional del Teide. Muchos habrán dejado su piel y sus ilusiones en el camino (... en algún lugar debería dibujarse un recuerdo para ellos.)
Y piensas en los otros territorios aún no ganados. Bellos espacios donde la Naturaleza forjó joyas y que están siendo destruidos, apisonados, machacados por el otro contendiente en esta guerra. Desarrollistas feroces, insensibles, machacan con furia tus ideas de conservación para sacar el jugo a esos lugares.
Maspalomas, Cañada de La Barca, El Cotillo, Anden Verde, son lugares donde las aves huyen, ganan los todoterrenos, los incontrolados del cemento y los especuladores del urbanismo mal entendido.
Cielos similares a éste del Teide, peculiares especies únicas, exclusivas al igual que éstas del Teide, paisajes serenos y diluvianos comparables a éste que ahora disfruto, caen destrozados.
Y tú con ellos.
Porque nos has podido salvarlos. Porque no has conseguido dominar como ha ocurrido en este bello paraje a esos escurridizos y sibilinos titanes de la destrucción...

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