domingo, 7 de febrero de 2010
10. SALUDANDO A PIMELIA.
Finaliza la primavera.
Las dunas peinan hacia el norte y todas ellas presentan un pequeño reboso a modo de filete.
La duna del tarajal ha suavizado las formas desbordadas por los temporales del invierno.
La Charca del Helioterápico desborda vida.
Prados de Ruppia, lamas de Cladophora cubren el fondo y la superficie respectivamente.
Croan ranas, hay pequeñas matas de juncos y carrizos. Libélulas ponen puestas en el agua de un color verde transparente.
En el antiguo territorio del Centro Helioterápico, merodean algunos ejemplares de Pimelia albohumeralis.
Guille y Cristina se presentan.
Después de los saludos de rigor, Pimelia vuelve a su huida rápida a través de los guijarros y las pequeñas matas de Ononis serrata.
Pequeñas dunas y vegetación rastrera cubren el lugar. Tabacos moros secos la adornan de perchas para los pájaros.
Donde antes estaba el Hotel Dunas, tribus de hormigas viven su vida.
Cristina y Guille siguen descubriendo lo diminuto alrededor de millones de granos de arena.
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