27. MENTIRAS PIADOSAS.

Desde el avión, desde el aire, es desde donde realmente descubrimos el autentico rostro de las islas.
“Durante siglos, las carreteras nos han engañado. Éramos como aquella soberana que deseaba visitar a sus súbditos para saber si estaban contentos en su reino. Para engañarla, los cortesanos dispusieron unos cuantos decorados en las carreteras y pagaron a algunos figurantes para que danzaran allí. Ella no vio nada de su reino excepto ese delgado hilo conductor y no supo que a lo largo de los campos quienes morían de hambre la maldecían.”
(Tierra de Hombres, Saint-Exupéry).
Igual sucede con nuestra Naturaleza Protegida.
Se han creado leyes, decorados de protección, que hablan de que hay un 40 % de espacios protegidos.
Se han puesto carteles en las entradas de algunos de ellos que rezan:
“ Entra Usted en un Espacio Natural Protegido.
Sale Usted de un Espacio Natural Protegido.
Buen Viaje.”
Pero, desde el aire, se comprueba cual es el cruel significado de la palabra desarrollo sostenible en las islas.
Mantos de plástico crecen por doquier cubriendo el suelo, haciéndolo industrial, destruyendo y arrebatándole a la naturaleza su lugar de evolución.
Los papeles, los carteles, las leyes, los gobiernos, nos engañan haciéndonos creer que la realidad es otra.
Pero, desde el avión, las islas pierden su virginidad virtual y nos muestran su cruel paisaje.
Lugares protegidos como éste de la Montaña de Arinaga, marcados por leyes y carteles, sucumben ante un manto brillante de plásticos e invernaderos.
Su extinción forma parte de este periodo de desarrollo imparable, donde unos pocos avariciosos, amparados por unos cortesanos cómplices, nos han convencido de verdades que tan solo son mentiras piadosas sobre la conservación.

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