domingo, 7 de febrero de 2010
49. CUEVAS DE PARDELAS.
Hemos penetrado en una de estas cuevas de pardelas del malpais de Los Volcanes.
Fue como bajar a la gruta secreta de Alí-Babá y los cuarenta ladrones. Allí, donde guardaban sus tesoros.
Un trozo de malpais caído es el acceso.
Abajo, protegidas por una larga plancha de coladas lávicas, largos y oscuros pasillos horadados dejan entrever los lugares donde crían, estos seres mitológicos que son las pardelas.
Huras escondidas, nidos en la tierra arcillosa y polvorienta, acogen a un solo huevo de cada pareja de esta especie.
De cada uno de ellos, emerge un polluelo al principio regordete, plumoroso y grasiento que, si consigue sobrevivir a los garfios de los pardeleros ( hemos visto varios en el suelo de la cueva), iniciaran un recorrido viajero apoteósico.
Durante cuatro años, estos jóvenes salidos de las cuevas y grutas de los islotes y malpaises litorales de Canarias recorrerán las rutas de la región de los alisios, llegando a las costas del continente americano bordeándolos desde el sur hacia el norte y regresando desde el frío a sus grutas de nacimiento a procrear.
¡Pero, de cada 10 pollos que hacen la ruta, solo uno volverá otra vez a estas islas.!
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