domingo, 7 de febrero de 2010
26. ADIÓS A LA PIÑA DE MAR.
M. Despreaux, recolector francés, fue un colaborador del insigne botánico Philiphe Baker Webb y recopiló para él mucho material, tanto zoológico como botánico y arqueológico en Canarias, entre los años 1833 y 1839, especialmente en la isla de Gran Canaria.
En una carta dirigida en 1835 al insigne académico Bory de Saint-Vincent reporta el envío de mas de 800 especie fanerógamas y 500 criptógamas, así como 50 hongos inéditos, numerosos insectos, crustáceos y peces.
También destaca su labor de búsqueda y recolección de material arqueológico, encontrando y estudiando numerosas tumbas de aborígenes, más de 300, “salvándolas de la barbarie y la superstición de los habitantes de las islas que destruían estos valores patrimoniales.”
Entre el material botánico que recolectó en Melenara se encuentra el que sirvió de base a su colega Schultz Bipontinus para describir en 1846 una nueva especie para las Islas Canarias, Atractylis preauxiana, la piña de mar.
La define como “rarissima in Canaria, loco único-Punta de Melenara (dans un espace de cent toises)” avanzado así desde la descripción original el decrépito porvenir de la especie (extendida en una superficie de menos de 200 metros).
En estos días, bungalows, planes parciales y tractores esperan ávidos a la entrada de su último territorio de supervivencia para continuar con la barbarie, que desde hace 150 años, ejecutan algunos habitantes de esta isla sobre nuestros valores patrimoniales.
¿Habrá alguien que pueda salvarlas?.
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