domingo, 7 de febrero de 2010

28. HISTORIAS DE CHORLITEJOS.


Son como esas adivinanzas evidentes de nuestra niñez:
“Oro parece, plata no es, el que no lo adivina es que tonto es.”
Están ahí, delante de nosotros, procurando llamar nuestra atención para que no pisemos sus desvalidos nidos, hechos tras una piedra, entre la arena de cualquier playa de Canarias, desde El Médano a Maspalomas, desde Jandia a Corralejo.
Son tres pequeños huevos, perfectamente camuflados, que están delante de ti ¡y no los ves!.
Y la señora chorlitejo ( a veces el señor...) se echan a correr, tropiezan, se caen procurando alejarte de su tesoro de futuro, un tesoro que cabe en la palma de tu mano ¡pero que también caben bajo la suela de tus sandalias!.
Nos tratan cómo se trata a los tontos, intentando engañarnos porque somos incapaces de atender a lo evidente.
“ ¡Eh, tú, tío tonto! ¡ No pises mi nido, tío tonto! ¡ Cógeme, ven aquí! ¡ Por este lado, tío tonto, cegato, ignorante! ¡ Gigante inconsciente! ¿ Quién te puso a ti en este planeta? Aprende a convivir..!!!”
Aunque son cada vez más los huevos aplastados por las zapatillas de estúpidos e ignorantes turistas y residentes en las playas de Canarias, los chorlitejos consiguen sobrevivir.
Nacen y crecen.
Corretean y ¡ vuelta a empezar!.
Ahora ya pueden camuflarse entre las piedras y la arena mientras picotean algas y desperdicios que echa el mar.
Tienen que escapar de ti, de las gaviotas, de los gatos, de los cernícalos, de los halcones,...
Son el símbolo de la supervivencia de la Naturaleza Canaria.
En unas islas donde los gigantes torpes e inconscientes que pisotean por cualquier lugar superan ya los 12 millones anuales, llegar a adulto es toda una bendición de Gaia para los chorlitejos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

Compartir