2. ¡ISLAS EN EL HORIZONTE!

Nada parece más inhóspito que la vida en el mar.
Si embargo, lo que para el hombre es un medio hostil y tenebroso es el vergel de la vida en montones de sus variantes.
Debajo de la superficie numerosas criaturas, se defienden y sobreviven sin más problemas que los de la búsqueda diaria de su alimento.
También el aire que silba alrededor de las olas es un paraíso donde las aves chian y planean a la búsqueda de alimentos en la superficie del mar.
Este mar interminable que trasciende el horizonte tan solo se rompe por la isla en estos mares del Atlántico.
Aquí no existen esas enormes masas de tierra continental, esas líneas bruscas de horizontes montañosos que se recortan contra el cielo.
Aquí tan solo los aislados picos de las islas dan una posibilidad de descanso y refugio.
Los islotes e islas aparecen como promontorios solitarios sometidos a todos los embates, ganados por los vientos y con nubes adosados a sus laderas. Vientos que silban en sus fachadas al alisio y humedad que se recoge de múltiples maneras.
Vientos y mar son los factores que más resaltan cuando alguien se acerca a un islote.
Cuando llega la calma sin embargo estos procelosos mares se convierten en cálidas mantas que albergan y mecen una fina y límpida superficie y en maravillosos atardeceres con cielos rojos y naranjas que culminan en los picos mas nevados de las islas.
Las islas diseñan el mar con sus masas y su posición frente a los vientos alisios y sus variadas formas y altitudes recrean paraísos de luces y sombras, lo que es lo mismo que decir de temperaturas creando espacios mas fríos y otros más cálidos que obligan y conducen la vida.
Esto es lo que determina desde el inicio la peculiaridad de sus paisajes.
Y la diversidad de sus fachadas da pie a los fenómenos de la especiación y de la biodiversidad más compleja.
Las islas son tan solo la punta del iceberg de edificios volcánicos que hincan sus raíces en las profundidades de la corteza submarina conectándose con los puntos más conflictivos desde el punto de vista volcánico del planeta.
También su posición geográfica determina muchos factores que favorecen y enriquecen su diversidad.
Canarias se ubica en el borde del continente africano en un área de transito y flujo migratorio desde Europa a África lo que ha beneficiado los aportes de especies de aves colonizadoras y favorecedoras de la evolución.
A lo largo de la creación del Archipiélago, las especies han tenido cientos de oportunidades para colonizar y establecerse; muchas lo habrán logrado y otras se habrán perdido en el sumidero de la historia natural y evolutiva insular.
Quedan los misterios y razones que llevaron a la extinción o al estancamiento de cientos o miles de ellas.