Bajo el peral de casa crecen gilbarberas y laureles. Nacen al amparo de la pequeña tierra del jardín y algunos sobreviven pese a las continuas talas que a veces realiza Cirilo.
Sus semillas siempre llegan de nuevo transportadas por los encantadores pájaros reforestadores de la laurisilva de Doramas.
Olguita sin saberlo premia a estos inquietos mirlos y a las saltarinas pechugitas con pequeños trozos de delicioso queso de las medianías de Fontanales.
A la vez que el jardín de casa también las laderas y andenes de Doramas son reforestados por la avifauna.
Más información sobre dispersión de semillas.
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