martes, 6 de julio de 2010
86. Dragos en flor.
En estos días de principios de julio, desde la entrada del verano, se puede disfrutar otra vez en los jardines urbanos de Las Palmas de Gran Canaria -y posiblemente en toda la franja basal de la isla-, de un espectáculo poco común.
Numerosos ejemplares de drago presentan una bella y espectacular floración, preludio de una frondosa producción de frutos anaranjados de consistencia carnosa, que en los próximos meses harán las delicias de mirlos y otras aves frugívoras.
Aunque según los especialistas, esta floración tan masiva ocurre aproximadamente cada 15 años y a raíz de ella posiblemente el drago se ramificará y crecerá en altura, nosotros hemos observado este fenómeno cada 4 años siendo la última vez en junio de 2007- al menos en los ejemplares que medran en nuestro entorno cotidiano- y aún no hemos observado división de tallos en ellos.
Los dragos, al igual que cualquier otra especie vegetal, cobran en estos tiempos de cambio climático una especial importancia.
Además de otras benéficas funciones, son los que ayudan a nuestra atmósfera recalentada a fijar CO2 y habrá que velar para que nadie les eche el mal de ojo y mucho menos la sierra eléctrica a la que tan aficionados son muchos munícipes insulares.
No sabemos cuán extendido estará el fenómeno pero recomendamos una visita a nuestros floridos conciudadanos en los parques de San Telmo y Doramas por ejemplo para poder disfrutar de este periódico y bello fenómeno de nuestra naturaleza.
Sus leyendas seguiran vivas en muchos casos sólo gracias a estos encuentros esporádicos.
Para saber más:
Sobre crecimiento y floración en otros Dracaena
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