84. LA ESTRESANTE VIDA DE MAMÁ PERDIZ.

Formaban una pollada de 7 ejemplares.
Pequeñajos y revoltosos no hacían caso a la insistente llamada de alarma de la madre.
Al verme llegar por el cauce del barranco hacia donde estaban saciando su sed, la solicita madre se escondió debajo de una piedra y alertó a su pollada que se mantuviese inmóvil a la sombra de los juncos.
Me quedé un rato a observarlos y los pequeñuelos no podían resistir la tentación de moverse. En pocos segundos volvían a beber, a dar ligeros paseos y la madre, desde la oscuridad de su escondite, alertaba y alertaba..¡pero no hacían caso¡.
Encima de mí se escuchaba el canto de una aguililla, y era demasiado para mamá perdiz afrontar dos enemigos a la par.
Me alejé y continué mi excursión.
Más adelante, de un matorral de tasaigo salió revoloteando otra pollada hacia la ladera..¡¡el de la foto esperó y esperó hasta que su madre salió de su escondite y él voló raudo tras de ella¡¡
Hoy es 5 de junio, Día Mundial del Medio Ambiente.
A pesar de la celebración la vida sigue igual de azarosa e incierta para la avifauna de Canarias.