Una de mis ilusiones en la vuelta desde Barcelona a Gran Canaria era disfrutar del paisaje de Marruecos, ese país tan desconocido.
La vuelta fue de mañana y atravesamos todo Marruecos desde el litoral mediterráneo hasta la costa atlántica.
Intento ahora resumir aquellos hitos más significativos del viaje.El gran Macizo de Ourika visto desde la planicie de Haouz:
Esta vista recoge los afluentes que desembocan desde el Valle de Ourika, en el Alto Atlas marroquí. Uno de los valles con mayor nivel de erosión de Marruecos por el alto porcentaje de arcillas y material erosionable de este macizo (arcillas rojas) y con abundantes crecidas y numerosos muertos por arrolladas en esta zona cercana a Marrakech.
Recuerdo haber entrado por este valle en nuestro anterior viaje a Oukaimeden.
Impresionante el lugar donde viven los marroquíes, a orillas de torrentes caudalosos , en laderas cruzadas de cárcavas y erosión, tratando de arrancar algo de recurso a aquel agreste y inestable paisaje, cocinando y alumbrándose con leña de sabinas y bosques esclerófilos, descarnando la tierra de unos árboles espectaculares.
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