miércoles, 24 de agosto de 2011

137. Árboles y jardineros urbanos.

Caen muchas flores sobre asfalto y adoquines en nuestra ciudad.
Y es todo un mérito que eso suceda.
Muchos paisanos son verdaderos amantes de la arboleda y de las flores. Miren sino algunos balcones alrededor de sus calles.

Tengo algunos cercanos.
Don Juan Jímenez, erudito vecino de la calle Perdomo, viste su frontis con flores y su azotea es un parque vegetal.Ha conseguido reproducir los brachichitos de la calle – aquellos de los que él conoce hasta su primer día de plantación, el diámetro del más grande, el que fue mantenido en un bidón cuando las obras del Edificio Kuner y después trasplantado a de nuevo a su lugar en la calle y a los que riega en periodos de sequía - y allí los enseña en su azotea para deleite de vecinos y turistas curiosos.
Hablaba con un amigo estos días del papel de estos jardineros urbanos, de estos compatriotas que han conseguido mantener y reproducir dragos, araucarias, mocanes y otras especies en sus jardines particulares, en sus patios de vecinos, en sus azoteas…Y como estos han sobrevivido más tiempo que los propios espacios municipales ajardinados. Ya les contaré la amenaza que sigue siendo para nuestros dragos el empeño en regar el césped a su alrededor que ya ha hecho caer a muchos ejemplares.
En estos días, a cuenta del mocán de la Casa Quegles y su posible origen hemos detectado otros árboles que sobreviven en medio de tramas de cemento y ladrillo.Uno de estos ejemplares es esta bella araucaria, colindante con el Círculo Mercantil, antiguo territorio del Convento de San Bernardo, que surge de un patio interior ascendiendo hasta los casi 40 metros de altura cuya historia vale la pena también rastrear.

4 comentarios:

  1. La verdad, Carlos, es que el clima que ustedes disfrutan en esas islas es una gran ayuda para cualquier jardinero urbano.
    Un servidor también lo intenta, en la medida de sus posibilidades, en este centro peninsular tan gélido como tórrido (insoportable a veces hasta para la flora autóctona).
    Saludos desde mi terraza.

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  2. Siempre he pensado que los vecinos serían unos excelentes jardineros de las ciudades a nada que se incentivase esa actividad en ayuntamientos y escuelas. Siempre me ha encantado en trajín de algunas vecinas intercambiándose esquejes y consejos para el cuidado de sus terrazas.

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  3. más de una vez he pensado que el cáctus ( o los?)de tu vecino, tan perfectamente redondo, era de plástico.
    y sí, los dragos híper regados, creciendo como chorizos de TEror, flacos, dan penita.

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  4. Seguro que sí¡¡ Don Juan también tiene un punto picarón y le gusta sorprender al personal con los "asientos de suegra"..¡¡

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