En estos días he conocido en directo al Dr. La Roche. Lo conocía de oídas, de correos, electrónicos, de llamadas telefónicas. Y por fin como dicen “le puse cara”.Han sido tan solo dos ratos en el campo con él.
Y me ha atiborrado a información (...¡¡vamos, que con su permiso de aquí saldrán mogollón de post¡¡ ) sobre ese mundo que él controla hasta la saciedad.
El mundo de las abejas, las avispas y las hormigas.
Un mundo paralelo y diminuto en ocasiones y que además juega un rol ambiental de primera línea en nuestros ecosistemas insulares.
Y por eso una pista de 300 metros, en el lugar adecuado, puede dar para mucho rato y para mucho contenido.
Empiezo la relación de hallazgos –para mí, primeras citas- con esta diminuta abeja de 10-13 mm, escondida entre piedras, Colletes dimidiatus.
¿El problema? Muchas de estas abejas solitarias excavan sus galerías en el suelo y a veces para observarlas hay que bajar al suelo, agacharse, - ¡¡osea, no apto para lumbálgicos propensos como yo ¡¡- estarse quieto, casi no moverse cada vez que algo zumba alrededor.
Colletes dimidiatus es descrito inicialmente por Brullé en 1840 y posteriormente Klaus Warncke (1978) diferencia tres subespecies:- C. dimidiatus dimidiatus en TF y LP,
- C. dimidiatus gomerensis en Hierro y La Gomera y
- C. dimidiatus canariensis en GC.
Es una pequeña abeja, que excava galerías para sus larvas en el suelo, de hábitos florícolas y polinizador activo de un amplio grupo de especies sobre todo asteráceas
Más info:
Abejas no-Apis y polinización
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