martes, 25 de mayo de 2010
83. Un hermoso macho pinalero.
Apareció de pronto desde un andén, con las barbas remojadas de haber bebido en los pilones del barranco cercano.
Parsimonioso, sereno y seguro de si mismo, este hermoso ejemplar de “macho pinalero”, guanil, sin marcas de dueño visibles, me observó tranquilamente mientras subía el sendero.
Su imagen impacta cada vez que la observo.
Señorial, dueño y señor de estos riscos grancanarios su soberbia estampa seguro que impresionará a mi padre, fervoroso defensor de las cabras él, cuando se la enseñe.
Más me ha impresionado a mí saber que algunos de estos machos a veces se revuelven y defienden su territorio.
No fue este el caso.
Se alejó tan tranquilamente como había llegado.
Estos ganados “guaniles”, cimarrones, asilvestrados y viviendo en el interior de los pinares y andenes de Tamadaba, Tirma e Inagua, son cada vez más numerosos y sus consecuencias ambientales están aun por determinar.
Las medidas de gestión de sus poblaciones deberán consensuarse desde la administración de los espacios naturales con los ganaderos y hacer compatibles su control con la pervivencia de algunos de estos bellos ejemplares – mejor castrados para evitar su proliferación- y seguir permitiendo estos esporádicos encuentros entre dos mamíferos introducidos de la fauna insular.
Pdt: Dejo aqui un bello cuento sobre machos cabríos y fortuna recogido en la Culata de Tejeda
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